Estimados miembros de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE),
Desde la PGA de España, queremos expresar nuestra más profunda indignación y solidaridad ante la situación que atraviesan los futbolistas en relación con las normativas actuales que regulan las transferencias y las cláusulas contractuales en el fútbol profesional. Nos unimos a su causa en defensa de los derechos laborales de los futbolistas, quienes, como cualquier otro trabajador, merecen un trato justo y equitativo.
El reciente fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el caso de Lass Diarra ha puesto en evidencia las graves deficiencias del actual sistema de transferencias, que no solo obstaculiza la libre circulación de los jugadores, sino que también impone cargas económicas desproporcionadas e injustas sobre ellos. Las cláusulas abusivas que se encuentran en muchos contratos, protegidas por el Real Decreto 1006/85, son un claro ejemplo de cómo se está perjudicando a los futbolistas, limitando su capacidad para progresar en su carrera profesional y sometiéndolos a una situación de vulnerabilidad frente a los clubes.
Es inaceptable que se continúe permitiendo que los clubes impongan indemnizaciones desmesuradas que no guardan proporción con la realidad económica de los jugadores. Además, el hecho de que estas cláusulas sean subsidiarias y recaigan sobre los nuevos clubes contratantes añade una capa adicional de injusticia al sistema. Los futbolistas y los deportistas en general no deben ser tratados como meros activos comerciales; son profesionales que merecen tener control sobre su futuro sin ser penalizados económicamente por ello.
Desde la PGA de España apoyamos firmemente las iniciativas de la AFE para reformar el Real Decreto 1006/85 y adaptar las normativas vigentes a las directrices europeas, buscando siempre proteger los derechos fundamentales de los jugadores. Es fundamental que se establezcan parámetros claros y objetivos para fijar indemnizaciones justas, y que se eliminen las cláusulas abusivas que solo benefician a los clubes en detrimento de los futbolistas.
Nos sumamos al llamado por un diálogo social franco y abierto con todas las partes involucradas, incluyendo FIFA, para asegurar que se implementen cambios reales y efectivos en el sistema de transferencias. Los derechos laborales no pueden ser negociables, y es imperativo que tanto clubes como jugadores estén protegidos bajo un marco legal justo y equilibrado.
En estos momentos cruciales para el futuro del fútbol profesional, reafirmamos nuestro compromiso con la AFE y con todos los futbolistas que luchan por sus derechos. No están solos en esta batalla; cuentan con nuestro apoyo incondicional para lograr un cambio positivo y duradero.