El castellonense superó la maldición de los sábados y hoy saldrá en el partido estelar con su compañero de Ryder Cup, Justin Rose
“He madurado, e independientemente de lo que pase mañana, el haberme dado esta oportunidad ya es muy positivo”, dijo García que podría conquistar su primer Grande en el día en el que Seve cumpliría 60 años.
Hoy es 9 de abril. Seve Ballesteros, uno de los más grandes jugadores que ha dado este deporte, cumpliría 60 años y Augusta no le olvida. Hoy le hemos visto en el golf del 17 de Jon Rahm (entre los árboles, superando las copas y llegando a green), en el birdie de Sergio en el 15 con un chipito medido, acariciado más bien que dejaba a medio metro.
Aquí hizo historia cuando se convirtió en el primer europeo que se vestía de verde, el primer español, abriendo una ventana que muchos creían cerrada y de la que se aprovecharon Faldo, Langer, Woosnam, Lyle, José María Olazábal o el defensor del título, el inglés Danny Willet. No son muchos europeos lo que han ganado desde que el desequilibrara la balanza en 1980 y ningún español desde 1999, cuando JoseMari se vestía de verde por segunda vez.
Dentro de unas horas serán dos los europeos, y uno de ellos español, lo que lucharán por la victoria. “Sería bonito poder lograr la Chaqueta Verde en el día del cumpleaños de Seve. JoséMari (Olazábal) me envió un mensaje muy cariñoso de ánimo y de apoyo. Pase lo que pase al final, lo importante y lo positivo es que me he dado una oportunidad de estar ahí y de ganar. Mañana daré lo mejor de mí en el campo, como siempre, y a tener paciencia y seguir luchando hasta el final”.
Sin duda sería un sueño convertido en realidad del que disfrutaríamos todos y sobre todo sus padres que le han seguido todos estos días, apoyándole y dándole ánimo, al igual que el futbolista que fuera del Real Madrid, Luis Figo y del cocinero José Andrés, que no se han perdido ni un golpe del castellonense.
“Angela –su novia periodista de Golf Channel- es un gran apoyo para mí, siempre me está dando ánimos, viendo el lado positivo de las cosas y me da mucha confianza tenerla cerca, al igual que a toda mi familia”, comentaba Sergio en rueda de prensa.
García jugó esta tercera ronda muy sólido, jugando con el campo que otras tantas veces se le había vuelto tan esquivo, aprendiendo de los errores del pasado. Firmó 70 golpes, no fue su mejor ronda en el torneo (66 golpes en la ronda final de 2004) pero rozó la perfección, incluso hay quien vio en él la chispa de aquel chaval que saltaba sobre el fairway de Medinah en 1999, cuando en aquel PGA de Estados Unidos puso contra la cuerdas nada menos que al mismísimo Tiger Woods.
“Buen, ya no sé si podría saltar tan alto, ahora peso un poco más –bromeó-; pero creo que podría volver a hacerlo. ¿Por qué no?”.
No lo va a tener fácil. Augusta es una mujer dura de corazón, difícil de convencer y muy exigente hasta el último hoyo. Pero se va a encontrar a un Sergio muy diferente de los últimos 19 años. Más sereno, más paciente; no es vano es el campo que en más ocasiones ha jugado el español. Y no olvidemos quien tiene al lado y por detrás.
El inglés Justin Rose que comparte la cabeza también con -6, que terminó con 67, 31 golpes en los nueve segundo hoyos; dos ganadores de Chaquetas verdes, Jordan Spieth (-4) ganador en 2015; y el australiano Adam Scott (-3) que se vistió de verde en 2013. Además del siempre peligroso Ricky Fowler (tercero con -5) y del tapado americano Ryan Moore (cuarto -4) que en cualquier momento puede dar la sorpresa.
Así que no podemos echar las campanas al vuelo. Haciendo un análisis frío, con siete jugadores a menos de tres golpes de diferencia y con un Amen Corner por delante, puede ganar cualquiera. Incluso Rory McIlroy, al par del campo en undécima posición.
Jon Rahm como Seve
La rutilante joven estrella, en jugador de Barrika Jonh Rahm nos hizo soñar durante mucho hoyos y todos estuvimos subidos a una nube… hasta que ésta se evaporizo y nos devolvió a la realidad. Poco hay que exigirle al jugador vasco, que apenas ha cumplido un año como profesional y en su primer Masters de Augusta está de momento en el Top 20, ¡y con sólo 22 añitos! Y 18 hoyos por delante para demostrar que aún lo puede hacer, “soy consciente de todo ello y que es muy bueno lo que he hecho hasta, pero sé que soy capaz de hacer mucho más”, comentó Rahm al terminar.
Y es que sin duda, hoy domingo, con mucho que ganar y nada que perder, Jon va a dar espectáculo. Porque no sabe jugar de otra forma; a lo Seve, como demostró en el hoyo 17 tras una gran escapada a la izquierda, con la bola perdida entre los árboles, cómo la sacó con toda la potencia de la juventud para dejarla a metro y medio de bandera. Le pudo la ambición de quedar colarla y lo que hubiera sido un birdie se convirtió en bogey. Pero a todos nos quedó grabado el segundo golpe del 17.
“siguen sin entrarme lo putt. Hoy he tenido dos fallos importantes en el 15 y 16 de inexperiencia, de no saber leer bien los greenes. Por los demás estoy contento con mi juego, solo me arrepiento mucho de haber tirado el palo en el hoyo 12 (cuando su bola cayo el agua y el tercer golpe no fue nada bueno). Sé que tenía que haberme controlado pero no lo hice. No estuvo bien”, confesó con la humildad de la travesura de un niño.
Aún quedan 18 hoyos y los viejos del lugar saben que el torneo de verdad no empieza hasta el Amen Corner del último día.