Sergio García gana el Masters de Augusta

“No olvides que eres increíble”, fue el mensaje que su novia Ángela le escribió en el espejo del cuarto de baño cuando se levantó por la mañana

En el día en el que Seve hubiera cumplido 60 años, otro español conquista la Chaqueta Verde, la quinta para nuestra país (Seve 1980 y 1983; y Olazábal 1994 y 1999) y la primera para un castellonense que entra en el Olímpo de los Dioses.

74 Grandes ha tenido que esperar Sergio García ha tenido que esperar Sergio García para sumar su primer Salmón y ha sido en el día que Seve Ballesteros, su héroe junto a José María Olazábal, hubiera cumplido 60 años. Allí, donde el cántabro vivió sus grandes momentos, Sergio García tomaba el trofeo, miraba al cielo, lanzaba un beso y sonreía.

“Sin duda, su recuerdo me vino a la mente unas cuantas veces; hoy especialmente un par de veces aquí y allá. Y estoy seguro de que me ayudó un poco con algunos de mis golpes o algunos de esos putts que entraron en momentos claves. Estoy encantado de estar aquí esta tarde el domingo por la tarde, bueno el domingo por la noche. Así que ha sido una semana increíble, y la voy a disfrutarla por el resto de mi vida”, dijo García al terminar la vuelta.

Y es que Augusta no defraudó, volvió a ser un día emocionante, de sentimientos intensos, de esos que ponen la piel de gallina. Había que decidir o seguir cada golpe en las pantallas de la sala de prensa o vivir la experiencia de miles, y digo miles, de espectadores que rodeaban el hoyo 18. Sólo unos pocos privilegiados, aquellos que había colocado la silla a primera hora de la mañana, pudieron ver a Sergio fallar el primer putt en el 18, los demás sólo oían las retransmisiones del boca a boca.

“Sergio está a medio metro. La Chaqueta es suya”, pero un gran “Ohhhhhh”, nos puso el corazón el vilo. Play-off entre Justín Rose y Sergio García. La última vez que se Masters se ganó en desempate fue en 2013, con la victoria del australiano Adam Scott frente al argentino Ángel Cabrera, y se jugó en el hoyo 10. En esta ocasión fue en el hoyo 18.

No sé qué fue más emocionante el silencio de miles de gargantas, atenazadas por la emoción cuando Sergio pateaba por segunda vez, o el grito de júbilo que acompañó al gesto de rabia cuando el español embocaba un putt que valía un imperio, entrar en la elite de los maestros, romper con la maldición de 18 años, desde que ganara el trofeo al mejor amateur en 1999, con Olazábal vistiéndose de verde por segunda vez.

García se ha convertido en el quinto jugador en la historia del Masters que gana el trofeo la mejor amateur y 18 años después se viste de verde.

Un carrusel de emociones

Toda la jornada del domingo fue un carrusel de emociones. Primero con Jon Rahm, que nos hizo soñar con esos primeros nueve 9 bajo par, pero el vasco terminó agotado, sin fuerzas.

“Ahora mismo me siento agotado no puedo centrar la vista, y no puedo levantar los ojos porque me mareo, y cuando la gente me ha empezado a aplaudir en el 18 ha ido a peor. Espero que sólo sea producto del cansancio y que con un par de días de descanso se pase”.

Y unos hoyos por detrás comenzaba la lucha por la Chaqueta Verde entre dos titanes, Justin Rose y Sergio García. España reclamaba un tercer Masters, aquel que se le negó a Seve en 1986; ningún español había derrotado a Augusta desde 1999, con José María Olazábal. Dos españoles, dos Chaquetas para cada uno.

Similar situación vivía Justin Rose: sólo dos ingleses había ganado aquí: las tres Chaquetas de Nick (89, 90 y 96) y Danny Willet (2016). Alguien tenía que deshacer el empate.

La ronda comenzó muy bien para Sergio, que en los tres primeros hoyos se colocó con -8, dos por encima de Rose, que llegaron a ser tres con el primer birdie del británico en el hoyo 5. Pero entonces llegaron los tres birdies seguidos del inglés (6,7 y 8) y de nuevo a empezar en el 10 con el Amen Corner a la vista.

Dos escapadas de Sergio sumaron dos bogeys en su tarjeta y la ventaja fue entonces de dos para Rose. Sergio recortó distancia en el 14 y llegó el milagro del hoyo 15. El último eagle en este hoyo lo había conseguido José María Olazábal en 1994 para ganar su primera Chaqueta. Todo se conjugó para que Sergio embocara un eagle que le diera alas hasta el final. Justin aguantó un hoyo más, pero su flema británica se vino abajo en el 17 al fallar un putt corto.

Todo quedaba pendiente en el 18. Nadie quería moverse del 18, pese a que no se veía nada más allá de los privilegiados asientos y de las primera filas. El canario Rafa Cabrera Bello y su novia también se sumaron a los cientos de apoyo que tuvo Sergio durante toda la semana.

“Uff ha sido emocionante. Todavía tengo la piel de gallina. Me alegro mucho por Sergio. Se lo merecía después de todo lo que ha sufrido y trabajado para conseguirlo”.

Y en menos de 15 minutos pasamos por un carrusel de emociones: la alegría de que España tuviera una Chaqueta más, el susto del fallo en el primer putt de García, la tensión contenida de otro hoyo 18 con un Sergio pensativo y un alegro Justin a quién le había dado otra oportunidad, el momento en que todos contuvimos la respiración para que no se moviera ni una brisa de aire que pudiera desviar ese putt de su destino final y la locura sin freno cuando Sergio embocó y lanzó su grito de guerra.

Desde luego no apto para corazones delicados. Pero la Chaqueta Verde ya está aquí. Y el ganador se llama Sergio García

 

Otros datos

Con esta victoria Sergio García ha sumado su decimotercer triunfo en el Tour europeo de los 253 torneos oficiales en los que ha participado, y pasa de la decimoprimera posición del Ránking Mundial a la séptima plaza. Además, es su segundo triunfo est año, tras el Omega Dubai Dessert Classic lo que, de momento, le converte en un múltiple ganador de este año en el Tour junto al número 1 del Mundo, el estadounidense Dustin Johnson, que ha ganado las dos pruebas del WGC , la de México y el Match Play.