“Como español me siento orgulloso de lucir esta Chaqueta que antes han llevado Seve y Olazábal”

Sergio García posó flamante para la prensa, para los amigos, para los socios del Club de Campo del Mediterráneo, para todo aquel que quería hacerse una foto con él. El ganador del Masters de Augusta, primer torneo de Grand Slam de la temporada, seguía viviendo su particular sueño, exultante junto a su prometida Ángela,  su padre Víctor y su madre Consuelo, disfrutando de la quinta Chaqueta Verde que consigue España.

“Si hay alguien que la merece ese eres tú”, fue lo que le dijo Justin Rose en el green del 18 después de que Sergio se dejara la voz con ese último putt y expulsara toda la rabia, toda la emoción, tantos recuerdos que llegaban a su mente a ‘flashazos’: 18 años desde que posara con José María Olazábal en 1999 como mejor amateur del torneo (foto histórica donde las haya); 18 años de frustraciones y emociones encontradas; de amor y odio con el Augusta National.

“Ya sabéis cómo soy, a veces digo las cosas como las siento en ese momento, sin pensar –refiriéndose a las declaraciones de 2012, en las que no se veía como ganador de un Grande, producto de la frustración”. “Desde el Masters de 2012, muchas cosas han cambiado. Lo más importante: el trabajo duro, la confianza, la paciencia y el apoyo de los míos. Todo eso ha cambiado desde aquel momento. En estas dos semanas que llevo de entrevistas –en Nueva York fueron unas 40 en dos días- me han venido muchas cosas a la cabeza, muchas imágenes; y sobre todo el poder realizar un sueño y nada menos que en Augusta. Este proceso de cinco años de trabajo y persistencia al final ha dado sus frutos”.

Sin duda ha sido una victoria trabajada, en la que vimos un Sergio muy diferente al de otros años, con una concentración máxima y una capacidad de recuperación que nos recordaba la frescura de aquel jovenzuelo que hizo sudar tinta china a un veterano Tiger en Medinah en el PGA de 1999.

“Los hoyos 12 y 13 de Augusta fueron claves, sobre todo porque venía de hacer dos bogeys. Sabía que no tenía que volverme loco y si salía con el par en el 12 y me daba una oportunidad de birdie al 13 aún había muchas posibilidades. El par en el 12 fue fundamental; y tras el driver del 13, cuando llegué a la bola para el segundo golpe, vi que estaba muy mal colocada y pensé que si salíamos de allí con un par era como medio birdie para mi, y así fue. Mientras que para Rose, que la tenía más sencilla falló el birdie e hizo un par que más supo a bogey que otra cosa. Desde ese momento me animé y fui de buen golpe en buen golpe, y Justin vio que no me despegaba. El primer putt del 18 estaba bien tirado, como había practicado en otras ocasiones pero no era la caída correcta”.

“Cuando salí del hoyo camino del play-off, Ángela me dio una palmada y me dijo: “Venga, ya lo tienes”. Y mi madre también: “Ya es tuya”. Y con esa mentalidad salí a jugar el último hoyo.

¿Qué cuándo sentí que la tenía? –se pregunta Sergio. “Ahora que la llevo puesta”, se contesta divertido. “Este Masters me ha abierto los ojos de muchas cosas; y otras que necesitaba demostrarme a mí mismo”.

Ahora queda seguir entrenando, “porque esta chaqueta por sí sola no gana torneos. Y tengo que seguir entrenando para conseguir más cosas bonitas”, explica Sergio que se sintió emocionando cuando recibió la ovación en el Bernabéu el pasado fin de semana durante el ‘Clásico’ de la Liga Real Madrid – Barcelona. “Más de 85.000 personas coreando mi nombre, aplaudiendo. Eso fue lo que más me gustó del ‘Clásico’ el domingo. Se me pusieron los pelos de punta”

“Me siento con posibilidades de ganar más. Estoy muy orgulloso de ser otro español, el tercero, que gana otra Chaqueta Verde; y si no lo gano yo que lo gane otro español, que eso siempre es bueno para el golf. Me sentí muy orgulloso cuando Rahm ganó en el PGA Tour de EEUU, el cuarto español que lo consigue. Y le deseo muchos éxitos, como a Rafa Cabrera Bello o Nacho Elvira o Pablo Larrazábal, que cada semana están luchando por el triunfo”.

Sergio no quiso desvelar qué plato específico iba a preparar para la próxima Cena de Campeones del Masters de Augusta, “sólo aventuró que será muy española”; ni si será el propio Sergio el que les haga una paella, “A Sergio le sale fenomenal, le encanta cocinar”, explica su madre Consuelo. Sí dejó entrever que aunque no vestirá la Chaqueta Verde el día de su boda en el rancho texano de su prometida, ”seguro que aparecerá en cualquier momento”.

Y aunque se declaró “no supersticioso”, las serendipias le persiguen: Los últimos cuatro ganadores del Masters de Augusta han jugado un partido con Sergio en el Masters: Adam Scott, Bubba Watson y Danny Willet; y el número del caddie con el que ganó Sergio este año (89) es el mismo que tenía el caddie de Willet el año pasado.