Eduardo Celles: «Me siento como un médico del golf»

La victoria de Jon Rahm en el Circuito estadounidense, su primera corona como profesional, ha levantado al golf español. Su entrenador de toda la vida, Eduardo Celles, nos cuenta sus métodos de enseñanza y sus anécdotas con Rahm.

En 1997 la familia Celles abrió su Escuela de Golf de golf en Bilbao con una base fundamental ; poner este deporte al alcance de todos, mediante la fórmula de entrada libre sin necesidad de ser socio y poner al servicio de todos tres generaciones de profesionales de la enseñanza del golf.

Eduardo Celles es, además, entrenador del jovencísimo Jon Rahm, que acaba de saltar a los medios mundiales tras su victoria en el PGA de Estados Unidos, su primer triunfo profesional.

El pasado mes de noviembre, Eduardo dio unas ponencias sobre el swing en el Seminario de Biomécanica de la PGA en el INFEF.

“Una ponencia que titulé “Swing de Repetición”, basándome en la diferencia que hay entre un swing de mecánica y un swing de sensaciones, donde lo que se intenta conseguir es un movimiento más repetitivo para mejor las estadísticas del alumno”.

Un ejemplo claro de ello es uno de sus alumnos más destacados en estos momentos, Jon Rahm, que ya ha avisado que quería ganar 9 Majors y alguna que otra Ryder Cup.

“Los de Bilbao somos así, tenemos que ir a lo grande. La verdad es que Jon dice las cosas muy convencido, le vamos a ver ganar Grandes. Todavía tiene que asentarse –esta victoria le va a dar tranquilidad, no cabe duda-. Lo que está haciendo Jon es impresionante y ahí estamos viendo un jugador de repetición, con unas estadísticas muy buenas, que hace un swing muy igual y muy repetitivo y muy bueno. Ahí creo que he aportado un granito de arena en los datos de Rahm”.

Sin duda, una de las ponencias más divertidas y más seguidas en el V Seminario de Biomecánica de la PGA fue la de Eduardo Celles, por sus experiencias y sus anécdotas.

“Al final los datos biomecánicos, la ecuaciones, las líneas y todos esos los datos nos pilla un poco lejos a los de cierta edad, aunque no dejan de ser muy necesarios en nuestro trabajo porque es la evolución lógica de este deporte. Pero también hay que comunicar el golf de forma más cercana, más legible, más entendible que al final, es más divertida, también”.

Las cuatro líneas maestras de la forma de enseñar de Eduardo Celles se pueden resumir en:

“No sé si son cuatro, pero lo más importante es estar siempre encima del jugador, estructurarle un movimiento biomecánicamente hablando, con una estructura de swing muy bien definida, entendiendo cada parte del movimiento, y poco más: dedicarle mucho tiempo al alumno que es a veces lo que necesita”.

Una frase que a Eduardo le gusta repetir es que somos como “médicos del golf y médicos de los profesionales”.

“Siempre digo que somos como médicos porque más de una vez hemos tenido que arreglar o curar un swing; a veces acuden a ti con un punto psicológico muy bajo porque están haciendo malos resultados o porque el swing no le funciona; y a veces tenemos que ser psicólogos, ayudarle a subir la moral y arreglarle el swing y darle como la vitamina o “la pastilla mágica” que le ayude a funcionar mejor. Por eso me considero un poco médico del golf”.

“Los biomecánicos del swing son especialistas de laboratorio. Ellos no viven el día a día con el alumno, analizan los datos que les da una máquina y tienen una relación más fría con la enseñanza. El profesor tiene que pasar tiempo con el alumno, alternar con muchos altibajos, y subidas y bajadas de emociones y eso nos hace ser más psicólogo o médicos”.

Ambos aspectos del golf son muy necesarios: la teoría y la práctica; los números y las sensaciones. Y controlar los números está bien y aplicarlos al golf para sacar el máximo rendimiento de este deporte; pero a veces también tienes que enseñar al alumnos a apaciguar sus emociones. Eduardo cuenta una anécdota sobre el carácter de Jon Rahm que ya se ha hecho muy popular.

“Es una anécdota que cuento siempre, porque Jon a veces no tenía buenas reacciones en el campo y se enfadaba mucho y en el primer torneo que jugó en Estados Unidos y que tuvo una mala reacción (fue el año pasado), su coach de la universidad Tim Mickelson (hermano del gran jugador estadounidense Phil), le dijo que tenía que acompañarle al estadio de Fútbol Americano. Jon le preguntó para qué, que él era golfista, y le dijo Tim: “Tuviste ayer una mala reacción en el campo, tengo muy claro que quiero que ésta sea la última vez, y lo que vas a hacer es empezar a subir y bajar escaleras”. Me cuenta que Tim se sentó en medio del estadio mientras él subía y bajaba. Y después de un rato largo, casi echando las tripas y sin fuerzas, le hizo parar y le preguntó que si se la había pasado el cabreo. Es una anécdota que cuento de vez en cuando. Con la edad también Jon va mejorando sus reacciones y eso siempre es positivo, en todos los aspectos”.

Eduardo valora muy positivamente el nivel de la enseñanza del golf es España.

“Tenemos que estar muy orgullosos desde la PGA de España porque hemos tenido una de las mejores escuelas del mundo en profesorado y en jugadores de golf. Y con estos cursos y seminarios en biomecánica se les está aportando unos conceptos no conocidos no España y teneos la oportunidad de aprender de los mejores del mundo. Por eso quiero aprovechar la oportunidad para felicitar a la PGA, a David Pastor, como presidente, y a José Vicente Pérez Cuartero, que lleva todo el tema de la formación, por estas oportunidades que nos dan”.

Para los que empieza, los que ya están en equipos nacionales infantiles o juveniles, para los que quieren dedicarse al golf en un futuro y hacer de este deporte su profesión, Eduardo Celles les da estos consejos:

“Les daré los consejos que me daba mi padre. Que valoren mucho los esfuerzos que hacen sus padres para que él esté ahí, en esa escuela o en ese equipo; que trabajen mucho, que tengan unos buenos principios de educación y de formación; y sobre todo que disfruten y entrenen lo máximo posible que es lo que les va a hacer que lleguen muy lejos”.